El trabajo andino en materia de sanidad vegetal se puede resumir en cuatro aspectos principales, interrelacionados entre sí, que son: Medidas fitosanitarias, Plagas de interés regional, Registro de plaguicidas químicos de uso agrícola y Actividades en foros internacionales.
Así mismo, con el ánimo de fortalecer la misión de integración y desarrollo agrícola de nuestros países, adelantamos acciones basados en proyectos regionales, financiados por el Fondo de Iniciativas Comunitarias y cooperación internacional para la implementación del Centro Regional de Inteligencia Fitosanitaria de la Comunidad Andina CRIFCAN, siendo un desafío para la CAN y tiene como objetivo: Fortalecer la prevención y gestión de plagas priorizando el Foc R4T y apoyar a los productores y a las autoridades fitosanitarias en la toma de decisiones frente a posibles brotes o incursiones de plagas.
El trabajo andino en materia de sanidad vegetal puede resumir en cuatro aspectos principales:
Las medidas fitosanitarias son utilizadas para prevenir la movilización de plagas reglamentadas mediante el comercio internacional de plantas, productos vegetales y artículos reglamentados. El marco general se encuentra establecido en la Decisión 515, Sistema Andino de Sanidad Agropecuaria (SASA), en donde se establecen las instituciones e instrumentos.
La normativa fitosanitaria andina incluye aspectos relativos a los requisitos fitosanitarios para el comercio subregional, de ellas cabe destacar las Categorías de Riesgo Fitosanitario de las plantas, productos vegetales y artículos reglamentados (Resolución 1475), Certificados Fitosanitarios de Exportación, Permisos o Documentos Fitosanitarios para la Importación (Resoluciones 239, 240 y 241) y el Análisis de Riesgo de Plagas (Resolución 025). De igual manera la normativa andina también regula los requisitos fitosanitarios para el comercio de algunos productos agrícolas, entre los Países Miembros (Resolución 431 JUNAC).
La legislación andina también prevé mecanismos para evitar que las medidas fitosanitarias se utilicen como restricciones no justificadas o encubiertas para el comercio intrasubregional, de tal suerte que los Países Miembros deben inscribir las normas sobre esta materia en el Registro Subregional de Normas Sanitarias y Fitosanitarias de la Comunidad Andina, cuyo principal objetivo es proporcionar transparencia, certeza y seguridad jurídica en la aplicación y cumplimiento de normas sanitarias y fitosanitarias que adopten los Países Miembros.
En materia de facilitación de comercio se ha venido promoviendo la certificación fitosanitaria electrónica a través de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria y del Proyecto de Interoperabilidad Comunitaria INTERCOM, el cual permitirá el intercambio de la certificación fitosanitaria de Permisos Fitosanitarios de Importación (PFI) y Certificados Fitosanitarios de Exportación (CFE) entre los Países Miembros, es así que el COTASA ha designado un panel de trabajo para intercambiar experiencias sobre la materia y su pronta implementación.
El COTASA ha priorizado el trabajo subregional para tres plagas de gran preocupación para la región, estas son: i) el Huanglonbing (HLB) de los cítricos; ii) la marchitez del banano causada por el hongo Fusarium oxysporum f. sp cubense raza 4 tropical (FOCR4T), recientemente clasificado como Fusarium odoratissimum, para facilitar la implementación de las actividades regionales. Las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF) de los Países Miembros reportan trimestralmente a la Secretaría General de la Comunidad Andina las coordenadas de los lugares en donde se realiza la vigilancia fitosanitaria que se realiza para el Foc R4T con los respectivos resultados. (Ver más)
Las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF) de los Países Miembros reportan semestralmente a la Secretaría General de la Comunidad Andina las coordenadas de los lugares en donde se realiza la vigilancia fitosanitaria que se realiza para el HLB de los cítricos y su insecto vector D. citri con los respectivos resultados.
La Comunidad Andina cuenta con normas que rigen el registro de Plaguicidas Químicos de Uso Agrícola. Se destaca el Manual Técnico Andino para el Registro y Control (Resolución 2075) el cual establece los requisitos y condiciones que se deben cumplir para obtener el registro de un PQUA en un País Miembro.
Mediante el registro de los PQUA las autoridades de los países evalúan sus riesgos y dictan las medidas apropiadas para su uso y manejo correcto en el marco de las buenas prácticas agrícolas, para prevenir y minimizar riesgos a la salud y el ambiente.
Actualmente se viene desarrollando la propuesta de norma técnica de registro y control de plaguicidas biológicos considerando que también requiere regulación comunitaria este tipo de plaguicidas considerados como una alternativa de insumos para el control de plagas.
La Comunidad Andina es reconocida por la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) como una Organización Regional de Protección Fitosanitaria (ORPF), contando la Secretaría General con un punto de contacto regional para tales efectos. Este reconocimiento permite la participación en los procesos de fijación de normas de la CIPF e interactuar con sus cuerpos de gobernanza como la Comisión de Medidas Fitosanitarias CMF, así como con otras ORPF.
En sintonía con el marco de la CIPF, la Secretaría General fomenta el desarrollo de actividades en temas de Certificación fitosanitaria electrónica (ePhyto) y otros de interés regional, participando de manera activa en los talleres y reuniones de trabajo.
De igual manera, la Secretaría General trabaja de cerca con el Grupo Interamericano de Coordinación en Sanidad Vegetal (GICSV), ejerciendo una participación permanente en las actividades que son convocadas por los Grupos de trabajo. En los grupos de trabajo del GICSV participan funcionarios de las ONPF de los países en representación de la CAN. Conozca más de las actividades del GICSV haciendo clic aquí.